Indignadas, indignados:
¡Somos personas muy afortunadas! Y lo somos NO porque tengamos una hipoteca impagable, un curro precario (si es que lo tenemos), una pensión raquítica, unos estudios que nadie valora, una panda de delincuentes y corruptos que nos gobiernan, o muchas otras cuestiones que nos cabrean y que nos impiden ser felices.
Podemos considerarnos afortunados y afortunadas porque hoy, por fin, hemos perdido el miedo y nos hemos unido de una vez por todas para acabar con este maldito juego en el que tan sólo nos dejan perder.
Ya está bien de no ser libres para poder decidir qué hacer con nuestra vida, de ser marionetas a las que continuamente nos dicen qué y cómo tenemos que pensar, qué es lo que tenemos que comprar y poseer, lo que se puede o no escuchar, dónde tenemos que habitar, qué debemos hablar.
Es la hora de que las reglas cambien. ¡Estamos hartas! ¡Estamos hartos! Y esto no lo dicen cuatro descerebrados, lo dicen nuestros amigos, nuestras hermanas, mi madre, el vecino y hasta tu tía; lo dice el pueblo que clamorosamente está saliendo a las calles para mostrar su disconformidad con este perverso sistema que sólo beneficia a unos pocos, dejando a la inmensa mayoría las migajas.
Poco a poco, cada día que llevamos en la calle, vamos dando pasos para alzar nuestra voz, una voz que nunca deberíamos haber permitido que nos quitaran. Es por esto que la forma de organizarnos que más nos representa es la asamblea. La asamblea como lugar de encuentro donde el debate se convierta en herramienta de acercamiento e intercambio, sin líderes ni dirigentes, auto-organizándonos como fuerza arrolladora contra la desigualdad y la injusticia.
Estamos recuperando nuestra propia identidad, nuestro propio camino. A través de la colectividad, tomarán forma nuestras luchas y reivindicaciones, se harán fuertes y podremos lograr el cambio. En nuestras manos está la posibilidad de comprometernos y corresponsabilizarnos del modo en el que queremos vivir y relacionarnos.
Tenéis una opinión y queremos escucharla. Acercaros y participad. ¡Sed protagonistas!
Burgos, 21 de mayo de 2011
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